La situación creada por el programa de control obligatorio de IBR vigente en Francia, dirigido a la erradicación de la enfermedad, fue uno de los asuntos importantes tratados en una reciente reunión de veterinarios de la Unión celebrada en Madrid. El tema fue tratado en la ponencia que pronunció el Director de Servicios Técnicos de Rumiantes de Laboratorios Pfizer, perteneciente al Departamento de Salud Animal, entidad patrocinadora del encuentro.

Las vacunas comerciales frente a IBR no marcadas pueden inducir falsos positivos al diagnóstico de esta enfermedad hasta 2 años después de la vacunación, por lo que el uso de dichas vacunas puede comprometer futuras exportaciones a Francia.

Es, por tanto, más que recomendable, utilizar vacunas marcadas frente a IBR en machos que se puedan exportar a Francia para su lidia, ya que permiten diferenciar anticuerpos vacunales de los de la enfermedad.